Existen organismos peligrosos con riesgo de introducción y/o dispersión en Argentina que pueden afectar a las pesquerías, entre ellos se pueden mencionar:
El alga Didymosphenia geminata (Didymo): organismo unicelular, microscópico, originario del hemisferio norte. Actualmente invadió ambientes en Canadá, EEUU, Europa, Asia y Nueva Zelanda y recientemente Chile y Argentina. Este organismo se fija en las rocas del fondo con una sustancia mucilaginosa y forma grandes masas de aspecto algodonoso marrones muy desagradables y nocivas. Su presencia genera profundos efectos negativos en el ambiente provocando la declinación de las poblaciones de peces e invertebrados. No afecta al hombre.
El myxosporídeo Myxobolus cerebralis provoca la enfermedad del torneo o whirling disease. Originario de Europa, se ha dispersado en EEUU, Sudáfrica, Rusia y Nueva Zelanda. Este parásito ha provocado alta mortalidad en poblaciones silvestres de trucha arco iris La Argentina está libre de esta enfermedad. No afecta al hombre.
El caracolito del barro Potamopyrgus antipodarum: nativo de Nueva Zelanda, introducido accidentalmente en aguas de Australia, Europa y EEUU. Es de muy pequeño tamaño (5 o 6 mm) y por lo tanto difícil de ver en el barro de los equipos. Provoca indirectamente la declinación de los peces.
El mejillón Zebra Dreissena polymorpha nativo de Rusia, se introdujo en los Países Bajos, Suecia Canadá y EEUU. Los daños económicos y ambientales que provoca son muy graves, disminuyendo las presas de los peces y sus poblaciones.
El mejillón dorado Limnoperna fortunei, nativo de China y el sudeste asiático. Este molusco incrustante invadió América en 1991 provocando graves daños económicos en nuestro país, donde alcanza densidades superiores a los 100.000 individuos por m2. En la Argentina se distribuye en la región Norte y en la cuenca Parano Platense al sur. Se dispersa con facilidad y puede provocar daños en Centrales Hidroeléctricas y Térmicas. No utilizar nunca como carnada viva o muerta.
La almeja asiática Corbicula fluminea se ha dispersado por todo el mundo provocando serios daños en represas. Se dispersa adherida a los botes, con el agua de la sentina de los barcos, el comercio del acuarismo o como carnada para la pesca. Prefiere aguas bien oxigenadas, fondos de arena o sustratos finos arcillosos y es dispersada por las corrientes. En la Argentina fue introducida en 1979 y actualmente su distribución ha alcanzado los ríos Colorado, Negro, Neuquén y Limay. No utilizar nunca como carnada viva o muerta.
Medidas de bioseguridad para evitar el ingreso y la dispersión de estos organismos
- Evitar usar botas de vadeo con fieltro, idealmente usar botas con suela de goma.
- Los pescadores que vienen del exterior o de otras regiones del país deben utilizar únicamente equipos nuevos o desinfectados.
- En ambientes donde se registre la presencia de alguno de estos organismos, la autoridad jurisdiccional podrá establecer las restricciones que considere adecuadas para evitar la dispersión de los mismos.
Pasos para limpiar los equipos y embarcaciones al retirarse de un ambiente:
a) Revisar cuidadosamente, antes de retirarse del río o lago, el bote (especialmente el motor y hélice) y el equipo (especialmente waders y botas de vadeo) y remover toda la vegetación, barro y algas adheridas.
b) Sacar toda el agua del bote y dejarlo al sol para que se seque completamente.
c) Limpiar el equipo con un cepillo por lo menos 1 minuto en una de las siguientes soluciones:
* Agua caliente a más de 60°C.
* Lavandina al 2% (un vaso pequeño o 200 ml de lavandina en 10 litros de agua).
* Sal 5% (500 gr en 10 litros de agua);
* Detergente biodegradable al 5% (500 ml de detergente en 10 litros de agua);
Atención: las botas de vadeo con fieltro se deben dejar sumergidas al menos 30 minutos en una de estas soluciones para que el desinfectante pueda llegar a todos los intersticios.
Secado: Cuando el equipo no puede ser desinfectado deber secarse totalmente y dejar pasar por lo menos 48 hs antes de usarlo nuevamente.
La desinfección de los equipos debe realizarse, de manera ideal, antes de arribar al cuerpo de agua, en un sector urbano, evitando verter directamente las soluciones utilizadas a los ambientes acuáticos.
¿Qué debo limpiar?
Equipos de pesca: cañas, reels, líneas, señuelos, waders y todo lo que puede estar en contacto con el agua.
Belly boats y botes: lavarlos interna y externamente, muy especialmente la hélice, los compartimentos y el tráiler.
Vehículos: eliminar los restos de vegetación que quedan adheridos al cruzar los arroyos. Lavar cuidadosamente las cubiertas y las partes que entran en contacto con el agua.
Organismos que afectan a la salud humana
Todas las especies de salmónidos pueden albergar en su musculatura y en sus vísceras, larvas de un parásito (Dibothriocephalus spp.), que tiene aspecto de gusano, es blanquecino y de pequeño tamaño. Cuando los humanos ingieren carne de pescado insuficientemente cocida o cruda, estas larvas se transforman en adultos en su intestino, contrayendo una enfermedad conocida como difilobotriosis o tenia de los peces. Las larvas son difíciles de observar a ojo desnudo, pero mueren si el pescado se cocina a temperaturas superiores a 60°C (no vuelta y vuelta). Las larvas se encuentran también en las vísceras, por lo tanto, deben enterrarse o disponerse adecuadamente para evitar su consumo por animales como aves y perros, que también pueden adquirir la enfermedad.
PROGRAMA SANITARIO DE VIGILANCIA DE ENFERMEDADES DE SALMÓNIDOS
Desde el año 2006, el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación junto al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria SENASA, iniciaron un proyecto de sanidad en organismos acuáticos con el fin de impulsar, promover y complementar el desarrollo de la acuicultura.
Las vigilancia de patologías son de origen viral, bacteriano y de parásitos sobre la cuenca del Limay, y comprenden la: Septicemia Viral Hemorrágica Infecciosa (SVH), Necrosis Hematopoyética Infecciosa (NHI), Necrosis Hematopoyética Epizoótica (NHE), y la Anemia Infecciosa del Salmón (AIS), enfermedades de declaración obligatoria para la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), y la Necrosis Pancreática Infecciosa (NPI), Enfermedad Bacteriana Renal (BKD) y Piscirickettsiosis o Síndrome Rickettsial del Salmón (SRS) y el ectoparásito Girodactilus, enfermedades de importancia epidemiológica para el país y la región.
Los resultados del estudio año 2022 indican una auto declaración de status de “libre de enfermedades de denuncia obligatoria ante la OIE”, y constituyen un hallazgo significativo, en una región donde se comparten cuencas y se producen gran cantidad de salmónidos, permitiendo implementar análisis de riesgo con base científica, necesarios para el cuidado preventivo de la zona y tender a la producción orgánica dada la excelente calidad del área de producción.
Desde el año 2006 el SENASA implementa un Programa de monitoreo sobre las especies de salmónidos de cultivo y silvestres en la cuenca alta del río Limay, que incluye al embalse Alicurá y, sumado más recientemente, al embalse de Piedra del Águila, con el fin de impulsar y potenciar el desarrollo de la acuicultura en la región.
Los muestreos han dado resultados negativos a la presencia de: la infección por el virus de la necrosis hematopoyética epizoótica (EHNV); infección por Gyrodactylus salaris; infección por el virus de la anemia infecciosa del salmón (ISAV); infección por el virus de la necrosis hematopoyética infecciosa (IHNV) y la infección por el virus de la septicemia hemorrágica viral (VHS), lo que permitió declarar esta zona de producción de salmónidos libre de las principales enfermedades de notificación obligatoria para la Argentina y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). Asimismo, se ha demostrado la ausencia de la enfermedad bacteriana renal (BKD), piscirickettsiosis (SRS) y la necrosis pancreática infecciosa (IPN), enfermedades que actualmente no están contempladas en la lista de notificación obligatoria de la OMSA pero son de importancia epidemiológica para el país y la región.
Además de los análisis de detección de patógenos, se han adoptado medidas de control relacionados a los movimientos de los salmónidos hacia la zona libre, la importación de ovas y el tránsito de productos de acuicultura tendientes a mantener el status sanitario, la preservación del ambiente y el cuidado de los recursos naturales.